Bueyes y rosas dormían
Bueyes y rosas dormían, de Cristina Sánchez-Andrade. Publicado en 2001 por Siruela, 32 9 págs. Todavía recuerdo la sensación de extrañeza que me produjeron las primeras páginas de esta novela, me parecía que iniciaba la lectura de un largo poema. Era como si todas las palabras escritas pasaran alegremente por una especie de delicado filtro sensorial que transformaba el libro en algo distinto, difícil de detectar para el ojo desacostumbrado, pero todo eso sin perder en ningún momento la continuidad expresiva de una narración literaria. ¿Era un poema o una novela? Las dos cosas. El personaje central de este libro onírico es Pueblo que es precisamente un pequeño pueblo que contiene a todos y cada uno de los variados personajes. Pueblo es un sitio extraño donde pasan cosas que solo parecen ocurrir en los sueños más extravagantes: sobre la arena hay una enorme ballena blanca que se encuentra encallada como si fuese una embarcación biológica, el acalde del pueblo hace una declaración púb