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Mostrando entradas de marzo, 2022

Para ser novelista

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Para ser novelista de John Gardner. Publicado originalmente en 1983 en inglés: On Becoming a Novelist Para ser novelistas Existen libros que uno anda buscando sin buscar. Quiero decir que a veces uno está atravesando una situación específica en la vida y ocurre la feliz coincidencia de que un libro (en realidad podría ser cualquier otra cosa) se topa con nosotros y está ahí dibujado o explicado todo lo que en ese preciso instante anda atormentándonos. Entre más uno haga determinada actividad (disfrutar del cine o practicar un instrumento musical, por ejemplo) más probable es que ocurran momentos así, pero la mayoría de las veces sucede que las cosas nos llegan un poco tarde (cuando ya hemos superado la situación vital) o algo antes cuando todavía no podemos entender muy bien el mensaje oculto. Con Para ser novelistas de John Gardner me ocurrió como lector lo primero, es decir: lo raro, el hallazgo preciso y precioso. La gente por lo general piensa en los escritores profesionales como

La niña blanca y los pájaros sin pies

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La niña blanca y los pájaros sin pies, de Rosario Aguilar. Publicada originalmente en 1992. Esta edición es de 2013, publicada en Hispamer. La novela sin pies Esta lectura es la primera reseña que también es parte de los libros leídos en conjunto con mi club de lectura. El mes pasado, por ejemplo, nos lanzamos Opiniones de un payaso (obra de la posguerra alemana muy notable que espero reseñar aquí pronto). Bien, leí esta novela de la autora nica Rosario Aguilar no enteramente desconociendo su existencia, pues esta obra, que es la más conocida de su autora, ha asegurado por mucho tiempo el reconocimiento y la admiración de la crítica literaria nicaragüense. La verdad es que luego de leerla me cuesta entender el motivo de tanto ensalzamiento. Reflexionando al respecto, creo que mi desazón tiene que ver precisamente con eso y no tanto por la obra en sí. Me explico, la novela La niña blanca y los pájaros sin pies quizás no me hubiese decepcionado tanto (incluso puede que algún pasaje me

Crónica de fin de siglo

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Crónica de fin de siglo (La novela de los confiscados), de Bayardo Tijerino Molina. Publicada en Emege Comunicaciones Ltda., en 1998. Ahora que me estoy adentrando en el extraño hábito de leer reseñas literarias (o verlas en YouTube), noto cuán placentero es para mí enterarme de cómo un libro llega a dar a las manos de quien lo reseña. He de decir que a Crónica de fin de siglo llegué de una forma algo inusual. A muchas de mis amistades y personas cercanas las he ido conociendo por medio de espacios literarios, o relacionados de alguna forma con libros y lecturas. A Dani la conocí precisamente en un taller literario cuando yo escribía mala poesía y a ella parecía agradarle (o fingía que lo hacía). Conociéndola con el paso del tiempo y ya en una relación de noviazgo me enteré que en su familia la literatura era algo más que un elemento ajeno o simplemente decorativo; era en cambio algo presente, latente, como un rasgo hereditario. La palabra escrita es parte de su tradición familiar, p

Seda

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Seda o la invisibilidad de los detalles Seda de Alessandro Baricco es uno de esos libros de los que uno siempre ha escuchado, de algún lado, pero no es hasta que ellos irrumpen en la vida, cuando por fin nos decidimos a leerlos. La primera vez que oí (o más bien leí) de él, fue en un artículo que hablaba sobre libros sencillos que fueran perfectos para obsequiar, al leer esto, me llamó la atención el argumento de la obra, tal vez por lo inusual: un comerciante francés que viaja en pleno siglo XIX todos los años a Japón para comprar huevos de gusano de seda. Pero, pese a ese inicial llamado de atención, pronto me olvidé de la novela. Mi encuentro definitivo con la obra de Baricco se produjo hace unos meses, mientras asistía a un taller literario dirigido por Celso Santajuliana, un escritor mexicano que me sorprendió por su agudeza, lucidez y sobre todo por su particular sentido del humor. Él nos habló a nosotros, los alumnos, muy detalladamente de  Seda  y nos confesó que ese era su l

Escribir literatura en medio del caos

Escribir literatura en medio del caos Escribir, en general, no es fácil, pero cuando uno es joven, pobre y lo hace desde Nicaragua, donde la masa lectora escasea, la cosa se complica. La actividad literaria se vuelve casi una vocación religiosa, una ambición en sí misma. Quizás esto no venga mucho al caso, pero debo dejar claro que yo pertenezco al grupo de personas que piensa que el arte por sí solo no puede generar ningún tipo de cambio real; es decir, para mí el arte no puede crear sociedades más justas, economías menos desiguales y políticos menos corruptos. El objetivo del arte, en general, y de la literatura, que es lo que yo conozco de manera un poco más precisa, nunca será crear grandes cambios y no tiene nada que ver con todos esos discursos grandilocuentes que han gestado las distintas revoluciones y también las distintas religiones a través del tiempo. No. El arte no puede tener objetivo ni utilidad, o al menos no en el sentido utilitarista, capitalista, que conserva la exp

Leer desde casa como nómadas

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Este texto lo escribí originalmente en 2020, en los primeros meses de la pandemia, ese extraño momento de pánico y desconcierto en el que aún no imaginábamos siquiera la dimensión de la tragedia que estaba a punto de comenzar. Lo publiqué en Les Escribidores. Es un texto menor, escrito para la inmediatez, que pretende (tal vez sin mucho éxito) ser divulgativo y acercar al público general a la lectura de uno de los géneros literarios que más me ha cautivado. Sin embargo, si hay algo verdaderamente rescatable son la obras que recomiendo en él. Leer desde casa como nómadas (diez humildes sugerencias) En realidad, contrario a lo que he oído en redes sociales, yo no pienso que este tiempo de encierro (si es que contamos con el privilegio de poder permanecer en casa y además tomamos la responsabilidad de guardarnos voluntariamente) sea un espacio propicio para la tan ubicua productividad, ese lugar común al que tanto nos empuja y nos quiere acostumbrar la urgencia capitalista de nuestros dí